Días de ayer pasean por mi mente
sentados al calor de nuestra ausencia
los veo como pasan con prudencia
y clavan sus agujas en mi frente.
Me regalan un sueño que suspira
me atrasan el reloj de miel y arena
y me dicta que es cárcel mi condena
el fiel espejo donde el alma mira.
Son un orgullo grande y sentimiento
son una flor tirada por el viento
que sobre el corazón se me ha clavado .
Son la lanza que el pecho me atraviesa
a la vez alimento y dura mesa
donde come mi ser enamorado.