José Antonio Artés

LA NADA

Un instante del tiempo viajó,

allá donde el no-ser dormía;

como un rayo veloz volvió,

deshabitado, con el alma vacía.

 

Solo encontró la escasez,

la inexistencia de materia;

volvió a viajar otra vez,

y no trajo ni bacterias.

 

El silencio oía al silencio,

las ideas estaban congeladas,

y la imaginación ni imaginaba.

 

No observó ningún principio,

tampoco encontró fronteras,

ni luz que hacia ella lo condujera

 

José Antonio Artés