Ahora que despierto del sueño moribundo
me conmuevo por dilemas de añoranzas;
las figuras en cual yo rigo las esperanzas
las evoco en mis pupilas nauseabundo.
Hoy me vengo de mis tontos sentimientos
que han traicionado mi alma embustera:
Alma errante que de falacias los vientos
han querido vengarse aunque no quisiera.
Ya en mis letras van derrotas y desdichas
que en fragancias se forman con pureza
en los campos de la gran naturaleza;
ya se forma de las frases y predichas.
Hoy me vuelco a favor de mis poemas
que veneran mis instrumentos laboriosos
y las rimas de mis brazos poderosos
son la rimas tan cribosas de floemas.
Y del cuerpo medio del encanto predilecto
hoy escribo contra mí al haberme fallado,
y en la duda del paraíso que es dialecto
me despido de mis versos que he pensado.
Samuel Dixon.