Es casi muy fácil
creer en romances
unque a veces sea
solo para mí,
la imaginación
que a veces cultivo
para mi alegría,
con cuentos de hadas,
de 7 enanitos,
y fábulas raras
que acunan tus brazos,
mientras que se olvidan
tropezones raros
que a veces palpitan
debajo del tiempo
de la calesita
con caballos blancos
galopando al paso
en la rueda amable
dando muchas vueltas
sin pausa y sin prisa
buscando el romance
que adorne mi vida.