Apartada y precaria es la imagen que tengo de ti,
difusa e intangible el sabor de tu inmarcesible piel,
elocuente se tornan mis ganas de volverte a sentir;
cuando el universo ha condenado febrilmente mi ser.
Tan lejana, como aquel arcoíris en el horizonte;
tan ajena, que perdí de ti la esencia de tu querer;
inalcanzable, cuan estrella fugaz; que desciende
al estrepitoso abismo del relegado ayer.
Nuevamente desconozco de ti, tu incipiente candor;
he navegado por tu piel sin conocer su perfume,
he anidado en tu corazón sin llenarlo de mi pudor,
he fracasado en olvidarte, acción que me consume;
te he tenido tan cerca, que he perdido todo el valor.
El reloj en sosiego, se torno en mi contra,
cansado; entre sueños; de perseguirte hasta el fin,
avivando la perdida de tus labios y su carmín,
repudiando a confinar en el olvido; de mi Musa; su existir.