DESPEDIDA A MAMÁ
Has partido, para siempre, mamá, no bastan las lágrimas,
mi corazón se comprime y pierde lentamente sus latidos,
nunca más experimentaré que con tus brazos me oprimas,
estos cansados ojos de tanto llorar se encuentran curtidos.
Ahora no sé cómo podré sobrevivir sin tu inigualable cariño,
placeres que brinda el insensible mundo muy poco importan,
recordaré aquellos preciosos momentos cuando era un niño,
todos esos maravillosos recuerdos a tu hogar me transportan.
Espero que el Creador, si merezco, me brinde un leve consuelo,
se desplaza por un oscuro abismo aquello que llaman existencia,
mis pobres ilusiones penden de un debilucho y cruento anzuelo,
es completamente inútil colocar a mi destino alguna resistencia.
En mi pensamiento afloran los más tiernos y preciosos recuerdos,
mi mísera alma estará reducida desde este instante al purgatorio,
los crueles remordimientos que me asedian no admiten acuerdos,
comprendo a plenitud que cada segundo de felicidad es perentorio.
Jaime Muñoz, julio 6 de 2021