A LA MADRE
Mamá, ¡Oh! bella creación divina y universal,
tú has interiorizado mis penas y angustias,
me has consolado con el bálsamo de tu amor.
Has perdido la vista por los años transcurridos,
pero tu amor maternal, sigue intacta madre.
Tus sabias y dulces palabras, me reconfortan,
me han tocado como una rosa en mi corazón,
¡¡¡estás en mí! ,en todo momento y para siempre,
así no estés presente en esta vida terrenal.
Las noches cuentan las estaciones que pasan,
y las estaciones cuentan los bellos momentos,
Yo quisiera olvidar, aunque sea por un momento,
aquellos días de pesadumbre , por tu partida,
y recordarte siempre tu figura bonachona.
Tu amor de madre, es el jardín de las flores bellas,
prodigas esperanzas con tu cariño inmaculado,
cuatro letras que estarán grabadas para siempre,
¡Gracias! querida madre, por tus sabias palabras.