Fernando Endara

MEDITACIÓN

Le aturdo todos los días al corazón dislocado,

por eso soy ladrón de un mundo paralelo,

busco tener la libertad imperceptible del caminante,

amo el tiempo donde aquilato mis pensamientos.

Como gotas de lluvia me moja la poesía,

constantemente me salgo de mis cabales,

entiendo entonces tantas disonancias del bullicio,

tendré que vestirme de locura y frenar el miedo.

Medito en la catástrofe todo el contexto bifurcado,

Intenta lesionarme el arrebato con su invisible maldad,

dominaré mis sueños en una calle de sentido único.

Me vuelvo delirante ante el atajo del hastío,

mi alma se convierte en una metamorfosis mística,

gritando la fatalidad de un mundo desconocido.