Porque aún cuando perdí las ganas,
abrí mis alas y me eché a volar;
porque soy la mañana; el sol;
la luz que entra en por la ventana,
del esfuerzo el motivo, la razón de la sonrisa,
la paz del árbol, el canto del zorzal,
del jardín lo florido; el agua.
Porque aún cuando perdí las ganas,
encontré en ti, alguien que me amara;
y a ti me debo, en vuelo y despierto.