Alfredo Saez

-El Nuevo Hades-

 

Callan sus voces…quedan las del torrente,

dócil iniciación al ritmo de las sentencias

que ya no murmura la ilusión adolescente,

acústica mutilación de antiguas reverencias.

 

Fue la hora otoñal y amarilla de las peripecias,

malignos ritos en el ínclito, pétreo altar piramidal,

concurrencia de ofrendas de tan exóticas especias

avances del filoso viento con su quejido imperial.

 

Laboratorio del dolor, más feroz que el arsénico,

muy pronto a estallar una mochila de rojas granadas

mientras alterado crece el inquieto pánico escénico

... y el joven consagrado se despide de su amada.

 

Voló el alma, ectomía inclemente del cuerpo violáceo,

brumosa la tierra se conmueve hierática en toda su faz

sin articular ninguna piedad por la luna del crustáceo

cuando la llovizna llora en la floresta humedad pertinaz.

 

La Vida reclama un adiós a los coreutas del sacro orfeón,

ocre la triste despedida de la agónica y aleve advocación.

La Muerte devuelve y justifica las razones de un sermón

 sangre que efluye sed alimentaria, campos sin nutrición…

 

Tiempos irredentos de los fervores de pedestre inteligencia

que  la ciencia, ahora sin zahoríes, alcanza novicias vanidades,

inclusivo glifosato favorito, veneno mortal de fértil demencia:

pobres inocentes de actual era digital...padecerán ¡el Nuevo Hades!