Oda a tus ojos
Me regaló Dios un par de ojos,
Que con sus manos creadoras creó.
Dos ojos, tiernos como el algodón;
En ellos vi las maravillas de su creación.
Cariñosos ojos, inocentes.
Pintados en un lienzo, un lienzo blanco
Como luz de la aurora en la mañana.
Pintados como una esmeralda azul
Con un pincel especial.
Un rostro honrado con divinos ojos
Que son tan hermosos que su rostro
Es bendecido, con dos luminares
Llenos de fuego, luminosos como el sol.
Son ventanas abiertas de un alma pura
En los que me deleito verlos cada día.
Ojos azules, soñadores, que saben prender
al corazón de ellos enamorado.