Te amaré a escondidas, bajo nubes de ternura
Donde el sol no descubra tu delicada desnudez,
Bajo la redonda complicidad resplandeciente
De la mirada de la más romántica de las lunas.
Te amaré en la entrada de la apartada cabaña,
A la luz de esa fogata que hace sombras engarzadas,
Que celebran cada beso, cada caricia encendida
Desde el fuego del crepúsculo al rescoldo de la mañana.
A escondidas arroparé tu piel de rosas perfumada,
Cosecharé en tu tibia geografía racimos de suspiros,
Y depositaré la semilla tardía que dará frutos de verano,
Y colorída de flores se volverá a tu paso la sabana.
Dame tu mano, ya no iras más solitaria por la vida,
Como un duende, mi presencia llenará tus rincones,
Travieso, me meteré en tu mullida cama e inconfeso
Sin que nadie lo note, te obsequiaré mi entrada y mi salida.
En nuestro cóncavo y convexo.
(VOZ DE TRUENO)