El tiempo pasa y...
Doscientos catorce dias van desde tu partida
y para mi han sido como...
doscientos catorce pasos hacia el calvario,
cada día tu ausencia es un azote,
cada dia soy más frágil a la soledad de ti.
Te presiento...
en mis ensueños, olvido la realidad
y despierto agitado, a mirar si estás bien
y el recuerdo me golpea
y solo puedo empapar con mis lágrimas tu cojín,
en el que descanso mi cabeza,
cuando quiero dormir un poco.
Percibo tu sentir, pero debo callar,
quien le creería a un viejo cascarrabias,
que el aroma de una flor,
le indica que todo estará bien
y que una fugaz llovizna en un día soleado,
que es mejor no salir de casa,
así haya cosas por hacer afuera.
Suficiente locura es intentar vivir sin ti.
El tiempo pasa lento cuando el recuerdo ataca
y mi pecho se agita
y siento la sensación de ahogo,
de tus últimos momentos,
cuando al oido te dije: ya no luches más, mi amor,
descansa, yo veré que hacer...
Pero muy rápidas se van las horas
cuando consigo un poco de paz
y te añoro
y el llanto vuelve
y mi vida en crisis
y te juro resistir,
pero solo el sueño, tu sueño,
me embarga y me da la paz,
más tarde cuando despierto,
con tu aroma invadiendo la habitación,
sonrío, murmuro un te amo
y se que sonríes también.
Ron Alphonso
2 de octubre de 2021