Es mi alma la falacia más intacta
que hasta mece por amor la figura;
soy del arte un lector autodidacta
que en virtud me da la literatura.
Yo soy culto entre las letras serenas
que se mueven falaz hacia las rocas:
Si pides besos cubiertos en penas
besa mis labios, antes que otras bocas.
Es mi alma la inspiración vehemente
que se pule tan dichosa y tan fuerte.
Es mi gozo, plegaria del presente
que se venga enojado de la muerte.
Es mi vida, constante mariposa
que vuela por los campos en recelo
y en la tierra se penetra hasta el cielo
que destruye en defecto toda cosa.
Es mi alma la más pura en agonías
que se amarra en un hilo de cristal:
Es mi antojo tan grande en fantasías,
es mi alma un gran tesoro celestial.
Samuel Dixon [02/10/2021]