Seca hoja de otoño
vuela por los aires
golpeada por un puño
de viento que la eleva
Y en la tarde humeda
luego de aquel baño
que le diera la lluvia
queda aferrada
Al suelo y al fango
en el camino de siempre
cerca del árbol de mango
donde juegan los niños
Con aquellas hojas
que reciben a octubre
crema, dorada, rojizas
por entre vereda y cumbres