Dejare que el rocio,
se funda con la noche.
profanar en tu vientre mis versos,
y dejar que se agote
el caudal, y la sinfonia en tu susurro
perdure en mi epoca,
y hasta la luz del sendero
se extinga y se marchite.
Atare mi mano a la tuya, y cerrare mi casa
mis cuentos negros,
de aquellos de hadas,
y la melodia candidosa,
llegue a los montes himalayas.
Estare al tiempo,
en la batalla, el verso
sera tuyo...
en tus noches, de aquellas pocas,
de sinsabor a perdida,
sere tu amante y sere para siempre.