Una nube de olvido,
con vistas a un paraje prohibido
cubrió con su manto las lágrimas
de sus mejillas.
Ella,
con la vista perdida en el cielo,
El,
enterrado en la arena a los pies
de un altar de oro.
Nadie les podrá nunca olvidar
ni tan siquiera sonará la música
que tantas tardes escuchaban
juntos
El mar se tragó sus últimas risas
y borró de sus caras
su primera noche de amor
El mejor pecado fué amarla,
y lo peor perderla para siempre.
Cuando vuelva a existir lo haré de
nuevo contigo,dijo él desde su
guarida.
Cuando muera, dijo ella
será para comenzar a vivir junto a
ti.
Los chicos cubrieron de tierra la
tumba,Y cogieron de la mano a su
madre,
Aquella noche sería diferente,dura
y solitaria.
Ya volveran los días de amar,penso
ella.
Mientras él, siguio en silencio
esperando un nuevo amanecer.