Espero el verano
Como la llamada de un viejo amigo,
Aquel que se distanció en un malentendido
Y volvió con noticias que contar.
Aún no se apagan los calefactores, aún
Reinan en los respaldos los abrigos.
Aún el sueño es el pesado recordatorio
Del mundo en pausa.
Pero pronto, con el lento apremio
De las estaciones, los insectos cantarán
A la noche insomne y pulmonar
El secreto de las no sombras, de los ardores
En el cemento del mediodía.
Mientras tanto, me refugio en las cosas
Que humean amables
Este silencio de domingo,
Imagino el sabor de lánguidos frutales inexistentes
Y transpiro contra otros cuerpos
La extraña fiebre de la vida,
Tranquilo de que lo que no sude hoy
Me sudará inexorablemente al estío.
Espero sin esperar tu llamada:
Ojalá que el verano llegue pronto.