Limoneyes

Un sinsentido

El mundo está en constante cambio; Cambie bastante y ya ni siquiera me reconozco, extraño una vida que nunca viví, quiero decir cosas que siento pero no encuentro las palabras, como si se evaporaran en el aire, como un nudo en la garganta, una mano en mi cuello, una mordaza en mi boca, un escudo irrompible del que no me puedo deshacer y me impide ir más allá del jardín. 

Lo único que quiero es que alguien me encuentre o más bien, tener valor para buscarme, buscar lo que fuí alguna vez, que dejé perder quizás por descuido. 

Lo único que quiero es que alguien me mate o más bien, tener fuerzas para matarme, una palabra fulminante como una bala, un disparo en el corazón que me haga avanzar hasta llegar a aquello que tanto le temo, que me haga ver eso que tanto miedo me da aceptar, que me haga abrir los ojos y... 

¿Egoísmo? mí mejor amigo, ¿soledad? mi mejor amante, aunque a veces me canse y quiera que se largue, siempre está ahí para recordarme que los abrazos infinitos también tienen un fin y que por más que sonría todo lo demás no va a desaparecer, solo se ocultara para luego volver y embestir con más fuerza, sin importar todo el daño y dolor que eso conlleva. 

Todas las noches miro la luna y me pregunto si tendrá sabor a queso ¿tiene algún sentido? no, tampoco lo que siento.

—Limoneyes