A Mary Ann.
Fuego de amor, de arte y violencia
olvida en palabras como aman
las plegarias que han sido ciencia
y entre ciencias, ciencias derraman.
Fuego de amor, de ansia y locura
que observas la pureza plana;
alma autora en literatura
que se pierde entre mala gana.
Fuego de Dios que mi alma apuras,
ya por ti llevo mi alma extensa
para rogar entre amarguras
lo que acaba cuando uno piensa.
Fuego en paz que el amor demoras
ya en ti está la boca sencilla
para ver que esta maravilla
el santuario se ve en Auroras.
Son haces lo que haces ahora
me ha dicho mi alma sin dilemas;
fuego externo de mis poemas
ya lo prefiero hecho de aurora.
Fuego agrio ya siento otra vez
que de risas ya se ha desecho:
Y en los escritos pecho a pecho
ya resalta con sencillez.
Fuego altivo el rostro perdura
entre alas que ya son congruentes:
¿Conciencia yo? —Solo es ternura
lo que poseo entre la gente.
Fuego de haz, de besos y abrazos
se juntan sin negar tormentos
para apreciar en sentimientos
a prueba de los juramentos
que se unen y se hacen pedazos.
Fuego y vida en mi se desea
para amistad tan aclarante:
Fuego de paz que haga la idea;
fuego de amor: Siempre adelante...
Samuel Dixon [03/10/2021]