Hay una ausencia en el friso de mis labios,
una nostalgia en el confín de mi mirada,
un matiz en el pincel de mis caricias,
una deriva en el trazado de mis lágrimas.
Pero si hay un deseo que ocultes en suspiros,
una humedad que escurra hasta tus nalgas
desde el cráter profundo de tu vulva,
o un latido que ahogue tus palabras,
si excitada y temblorosa
te imaginas en mi cama.
Si hay un recuerdo del placer que sentiste
nadando entre mis sábanas,
o si hay un atisbo de añoranza en tus gemidos,
aún tengo una esperanza.