Romper los anatemas de lo imposible
me mostró una hormiga ambidiestra
sucedánea, inmortal, caleidoscópica...
Y Vietnam nunca existió
así como Pekín o Washington d.c.
es más, ahora que lo pienso
las mujeres nunca tuvieron vagina
solo abismos sin nombre
y en las mañanas se suele detener el tiempo unos cuantos momentos eternos...
por eso siempre miro al cielo en busca de dragones y chicos homosexuales
y trato de no dinamitar el polvo de las fauces de las viejas locas de todos los condominios
si
a veces sé que esto es una locura sin nombre
pero no lo inventé yo
así vino de fábrica