Ivan BM

Claros

 

Ábrase un Claro que un brillo atesora

espacio revelado a uno mismo

quien lo conoce, se inclina al atisbo

quien lo ignora, ligero

su peso aminora

 

La virtud que en un alma florece

no distingue entre devoto o hereje

la claridad reúne

al confesor y al oyente

convocando al Tercero

al eterno presente

 

Fundidos en uno

son la necesidad asistida

encendida la llama de escucha divina

uno se salta, expande y anima

y el encuentro es ofrenda

y la ofrenda es la vía

 

Cuando el prójimo nos reclama

ábrase una puerta de escucha

-florece un nuevo paraje-

quien puede ser cerca

emprende el virtuoso viaje;

 

En el que todo se ordena

en el que todo se anima

¡Alabado sea!

al que ora por hacerlo

¡Bendito sea!

al que reza sin saberlo