Nos alejamos de la cornisa
para mantener el calor
del fervor y un buen amor
que ahora llamo ceniza
pero no importó si a peor
todo terminó
Miramos dentro del abismo
buscando retorno al inicio,
en vano me lamento e insisto
nos alejamos del peligro
y el cielo encima se nos vino,
nuestro mundo en si mismo.
Bailando al borde del colapso
juntos a la orilla del río,
malabareando en el precipicio
jugando a ser un dios falso
creyentes de un nuevo inicio
para un sentir bravío.
Éramos jóvenes novicios
en el arte de ser uno mismo,
fragmentos en un espejo irreal
donde nada se ha de refleja.
No hay muerte en tu ausencia
ni vida sin tu limerencia,
era de querer querernos
el cometido para no vernos
de nuevo, hasta el invierno.
perdimos el fino hilo del destino
comprado o quizá vendido,
perdimos por querer querernos,
rendir por aferrarnos al momento.
todo termino en segundos etéreos...
Todo porque no queríamos joderlo.