Te espere tanto tiempo, no lo sabes
en la isla desierta de mis sueños
dueño de la ilusión y la nostalgia
compañero de risas y silencios.
Comulgando tan solo con la brisa
que traía el aroma de tu cuerpo
amigo de las tardes solitarias
amante en las noches de desvelo.
Hay un rayo de sol, pequeño débil
cruzando el ventanal de los recuerdos
pasión de luz y sombra de mi alma
me abriga el claro oscuro de tu verso.
Ay amor de ternura en la caricia
palabra sanadora, dulce acento
tan solo a un suspiro de distancia
anida la esperanza del te quiero.