Una sonrisa de tu boca puede causar magia en mi pecho.
¿Acaso querrás quedarte por siempre?
¿O arrebatarás de mí el placer de disfrutarte?
Que las estrellas se alineen y ocurra lo esperado por mí,
lo inesperado por vos.
Y tomes de mi el jugoso néctar de mis besos y te envenenes de dicha y placeres extasiantes.
Muerde la fruta que he dejado escondido en tu pecho,
llena de dicha mi vida,
pero sobretodo la tuya amado mío.
Desliza tu piel hacia mi lecho
y tómame tuya eternamente.
No observes el tiempo.
Olvida las reglas masculinas impuestas por la suciedad de la espantosa rutina de la vida.
Arráncame el Alma y dame la tuya a cambio.
Rómpeme el vestido, más no mi pecho.
Llena de tu olor mi pelo,
Llena de besos mi cuerpo,
sonríe ahora y todo brillará para mí.
No resistas a mis manos,
no huyas del encuentro
y la fusión por miedo a fracasar.
Rodéate el pensamiento de mi mirar,
De deseos,
De amor
Y de eternos besos.
Quédate,
no te acobardes ante la letanía del pasado,
y vibra para mí.
Por mí eternamente.
No pongas fecha de caducidad a lo que no tiene tiempo.
RECH