Raiza N. Jiménez E.

Delirio.-

Mi pecado ha sido amarte con locura.

Y, sí la locura o el amor son pecados;

la verdad, yo de virtud, no soy dechado.

¿Tienes dudas?

 Condéname a la muerte con premura.

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Amor, sólo quiero pedirte un favor,

que no te lleves tus besos.

Hoy, por tus besos, estoy muriendo.

Ellos, son mis pecados, inconfesos.

Son míos y perderlos, me da dolor.

-*-

Nunca creí en los pecados del amor;

tampoco, había creído en el infierno.

Vivo en devoción y amigada al amor

y tengo tu amor que, para mí, es eterno.

-*-

El sentir por ti, se me ha vuelto fervor;

y yo sólo ansío besar tus labios tiernos.

-*-

Si yo tuviera ahora, algo que confesar;

sí algún día, se me diera por confesarlo,

no sé, si en verdad, pudiera hacerlo.

Pero, sé la diferencia entre odiar y amar.

-*-

! Yo sé que, cuando el amor es del cielo,

solamente, Dios nos trae el consuelo!