Al final nadie es libre si atado está a una bota
una huella en el camino dan el paso a la victoria
o a la derrota.
Al final todos atados conjugamos entre todos entre si un golpeteo de pelotas
y nos vamos afiatando olfateando y a final nos liamos
pensando en una cota
más alta
y regresamos a los tálamos azules y desaparecemos igual si una gaviota.
En la inmensidad del cielo.
Mi alma está más bien rota
mi piel es de abedules
de esa que en si denotan
un cansancio singular.