Me abracé a ti fuertemente sabiendo que eras una ola
de esas que ropen, de las
que chocan contra las rocas
y vuelan unos instantes por los aires sintiéndose en plena libertad.
Luego despacito, muy suavecito, así de bonito, te deslizas por la arena de la playa y me enseñas una nueva forma de besar.
Y no puedo más que regalarte toda mi espuma blanca para que nunca me dejes de amar .
Mael Lorens
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de Autor 06/10/2021