Hay una soledad
que me sigue,
un espejo que refleja
otro espejo
sin nada en medio.
Un reloj que marca
mil horas idas
y en la mesa
un libro abierto.
Hay una ventana
que muestra el otoño
de todos los días,
que llevamos dentro
y un canto de agua desnuda,
que riega la flor del misterio.