Amor narcótico
No existe receta médica para el amor, ni para el sexo, si el sexo provoca efectos orgásmicos sin precedentes, el amor afortunadamente lo lleva a término con quien sabe que verdaderamente la ama.
Por eso usted sabe cómo bajar todas mis defensas, con un poco paracetamol de sus encantos, unas dosis de jarabe de su boca, una transfusión de sus besos y es que usted es cirujana experta en cicatrices descosidas del pasado.
Usted debe de tener una enfermería de besos narcóticos para la fiebre de mis labios, una boca drogadicta que incendia mi lengua y como bien sabe, solo usted logra ser anestésico para calmar la adicción que hierve de mi cuerpo.
Usted me llena de estupefacientes, alucinógenos y otras sustancias cuando se desviste, cuando se contornea alrededor de mis ojos, cuando se insinúa alrededor de mi piel, dejando efectos primarios y secundarios irreversibles.
Su medicación no es experimental es patentada a mi medida, que cura, excita y somete a mi cuerpo, siendo presa de un corazón narcótico diseñado para usted, alterando todas mis constantes vitales.
Finalmente sabe cómo extraerme las muestras de un proceso físico en el que usted participa, por culpa de un consumo irresponsable de excesos químicos y seductores que solo su piel y mi piel conocen.
Si usted favorece mi salud...¿Cómo no iba a ingresar en sus privados y exhaustivos tratamientos?
Si usted seduce con su cuerpo con su corazón enamora.
Jordi Etresi
-© 2019 Copyright
- 31/10/19 Todos los derechos reservados