El tiempo anestesiado inscribiendo mi nombre
Como semilla que reúne los afectos
Para plantarlos, para germinarlos en tierras humedecidas
Por los fluidos cristalinos que brotan del alma
Semillas reanimadas, renacidas en montañas taladas
Revividas con gestos de amor que apagaron los incendios
Que vuelven a la tierra, que reforestan los desiertos
Como el milagro de los pasos que se marcan en silencio
Semillas que miran, que resumen los paisajes
Deteniendo la desolación y la ruina de los ojos vacíos
Que permiten los tejidos de huesos olvidados
Semillas del tiempo que resucitan entre cantos y besos
En jacarandas tejidas por manos que trabajan
Semillas del llanto que inunda la tierra
Esparciendo el polen, renovando las especies
Semillas en la tierra
que estallan como enredaderas de esperanza
Que devoran el Sol e iluminan la noche
Semillas de palabras esperando la entrega
Salpicando las fatigas de anhelos y ganas
Semillas en la tierra, semillas en el alma
Semillas del milagro que aman las semillas