***
Nuestra vida diária muestra que somos
hijos de un temor mayor que el universo,
no sabemos leer en las raíces de los días
los desacuerdos con nosotros mismos
y con el Otro,
aquí están el trigo y el maíz, herencias de mil años,
pero se la miopía vive al servício de las sombras,
la vida es terca, y sigue invitándonos.