Te prometí venir,
y aquí estoy.
Cuando te llamé,
dudaste de mi promesa.
Sabes que siempre
cumplo con lo
que te prometo.
¿Qué es lo que
tanto te preocupa?
Te noto extraña
esta noche.
¡Siempre el mismo
problema con tu padre!
No le hagas caso,
es la gran cantidad
de alcohol que ingiere,
que lo tiene así...
Parece un loco,
pero no lo es.
El alcohol se le sube
a la cabeza y no sabe
lo que dice.
¿Cómo...que te ha pegado?
No puede ser...
¿Sabe que esta noche
te encontrabas conmigo?
Le disgusta seas
la mujer que me ama.
Lo que no voy a permitirle
es que te pegue.
Sé que es tu padre,
de él estamos hablando.
Pero por serlo,
no le da derecho
a que te pegue,
aunque seas su hija.
No eres una nena.
Ya voy a hablar con él.
¿Que no lo haga?
Ya verás si no lo hago.
No, no soy un imprudente,
él sí lo es.
Te prometí venir,
aquí estoy.
Te prometí protegerte,
y he de hacerlo,
aunque me
cueste la vida.
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto - 12/06/2014)
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