Escafandras y tortugas
en muelles sin océanos
abedules ensimismados, abstraídos del Tibet
y de las estrellas polares nórdicas,
acaeciendo numerologías cavernícolas
de celulares pardos
muriendo de tristeza por ver novelas japonesas en vidrieras de hoteles sin dormitorios,
sosegar
trasegar
inculcar
diversificar productos y servicios
al servicio de focas y crustáceos
hechos para un seviche sangolotero,
reciclar las paredes de los estadios de béisbol y basketball
y no escribir poesía hasta el mediodía
jamás decir la palabra homosexual
diferenciar muy bien entre gente buena y mala y entre ornitorrincos y patos tiernos,
explorar cabos de playas afines, ver cadáveres de 25 metros de ancho encayados
manifestar mi espiritualidad dentro de mis posibilidades
y pensar que el día de hoy no será tan aburrido