Angustia mía
no me desampares
ni de noche ni de día,
que las vacas flacas
del pensamiento occidental,
no hagan que flaqueen
tus fronteras defensivas.
Angustia mía, duda mortal
que me acaricia el muslo,
y torna el mundo en cianuro,
un mal experimento, fatal.
Angustia mía, si desespero,
que sea en tu compañía-.
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