Con trazos genuinos, dibujó dolores
y con libertad, acumuló amores.
Mujer admirable de amargo destino,
sus enfermedades marcaron camino.
Su original obra fue grandioso trino
de rico sabor como el dulce vino.
Su mejor pintura, su exótica vida
superando sotos, soltando la brida.
Retando a su gente sin tener rubores
portando orgullosa, su poder divino
fue mujer valiente, la grandiosa Frida.