Suenan dispersas aquellas Voces
Que en cadencias torvas e incongruentes
Resuenan
Al Rigor de las Ménadas….
Suenan dispersas los poemas de mi Padre...
Suenan Virgilio, Heideggerr, Schopenhauer
Nietzsche y Kafka…
Y la olvidada Filosofía del Perdón…
Acérquense que muero…
Otrora su canto
Me regalaba encendidos Velones
De Paz y Sosiego
(Y también aquel Grito desahogado.
Apuñalado en una vieja Almohada)…
Furibunda, loca de Venganza
Seré Némesis , la artera
Que aflora, por veces
En mi Sangre….
(Dios Perdido,
Aunque no quiera,
Sigo aún tu huella Infinita)
Mientras el Alba ya llega y me despojo
Delirante
En el más crudo Desgarro Divino…
(Patricia)