¡Oh tú! juventud de corto brillo,
¿Dónde quedaron tus sueños claros?
no pudieron volar, fueron muy caros
y cayeron en barrancos de bolsillo.
¿Cuánto vale delicada amada
pulir tu existir cual porcelana
para que te toque suerte en gana
y obtener del orbe las guirnaldas?
¡Ah! juventud deslizas tu existencia,
y ¡Oh! se remuerden las conciencias,
entonces esos sueños se tornan pesadilla
y te conviertes en recuerdos en polilla.
Vienes a existencias ordinarias
corta allí, tu estancia temporal,
culminan sus quimeras ilusorias,
y sin glorias te extingues corporal. Fin.
Isaias González Arroyo