Cuando el tiempo entra en debacle
vuelvo a levantarme
con todo el peso que cargo
y el sabor de un beso amargo
se deshace en mis labios
como polvo en el viento
Así olvido lo siniestro
de tener que vivir desnudo
en un mundo cubierto de humo negro
Aislo mi esencia creciendo
como una flor perfecta y dichosa
y penetro en la noche asolas
con el fuego de mi forma
Se desvanece el miedo
y queda claro un cielo luminoso
en mi verso interminable
Un amor eterno perdura en estos ojos
al irme de viaje hacia mí
triste y sin equipaje
ansiando cada guijarro
del camino que ando incansable
tal vez hacia ninguna parte
pero con una esperanza tan fuerte
que desplazará montañas si hace falta
para poder volver mi ser a amanecer
porque el Sol sale siempre
Dolor aparte, pienso
y siento lo irremediable
de ser como soy:
un ser ingobernable,
una voz que vaga en el aire,
una canción que nadie oye
o eso parece cuando duermen...
Despues de la pena está la vida,
jamás extinta, y la vejez declina
donde el río suena,
ahí en la oriya
entre el agua fresca
que me salpica el alma
de una alegría infinita,
de una risa que estaya
como una estreya
para hacer el día
y la tierra mas beya
briyando encima
de su presencia principesca
mientras eya gime nuevamente
para renacer mas fuerte todavía,
ajena a la muerte y a la desdicha
que acecha cada una de las semiyas
que la Luna alimenta y mima
Hay un impulso
en un yorar tan vivo
que desencadena el alma
y yena todo vacío
de espíritu, de magia
Hay un nada,
un equilibrio, una palabra
que lo dice todo
mientras el mundo caya
y se desploma en la sombra
Hay la verdad
y versos que me evocan
cosas que vendrán
gracias a esta esperanza
que no matan las horas
Hay donde ser,
donde existir plácidamente
y sin herir al universo,
con tanto amor
que esplenden los cuerpos
como el Sol
latente en mi pecho
donde hay una depresión
entre espacio y tiempo
que soy yo,
o eso creo