Perdida
¿Quién nubló tus ojos,
adormeció tus lágrimas,
borró tu sonrisa?
¿Quién sembró tu voz de olvidos
si tu corazón aun latía?
Sellaron tu alma
con clavos de injusticia,
amordazaron tu libertad,
acallaron tu risa
dejando tras de ti,
miles de hojas sin vida.
Amaneceres gélidos
de recuerdos vividos
asaltaron mis retinas.
No pude tocar tu rostro
ni sentir tu respiración
Lágrimas de plata
recorrieron mi rostro mudo
atrapando de las estrellas
su resplandor.
Entonces solo así
Abrazada a tu reflejo
Clame desesperada…
¡Te amo alma mía!