Hoy me acordé de ti
y de los bellos días junto al mar.
Volaban las cigüeñas a sus nidos,
los árboles mecían entre sus ramas los mil y un deseo
y la brisa nos brindaba esos dulces momentos
que perduran en los corazones
y que no se olvidan en el largo viajar del tiempo.
Yo hoy pensé en ti…
Sin querer los pensamientos volvían al viejo muelle
para ver partir los barcos de la bahía,
las risas sonaban cercanas estando lejos de allí
como suena el verano cuando llega sin avisar…
Así sonaba la vida en aquellos días
impregnándolo todo de luz, color y alegría…
Hoy te imaginé
hablando de aquellos sueños bajo las estrellas
y de nuevo agarré tu sueño y lo apreté fuerte contra mi pecho
como se abraza la vida cuando se siente que la vida se va…
Y es que hay instantes que ocupan por siempre tu alma
desdoblando todo tu ser, desbocando sentimientos…
y no hay más, no hay nada más grande que oír tu voz,
mirarme en tus ojos
y sentir que hoy y siempre seremos ese gran amor…
Hoy te soñé…y recordé…
Cuando bajo la lluvia llorabas por tanto amar,
recordé tu risa… y los archipiélagos de tu piel,
y sin darme cuenta te sentí latir justo aquí, dentro de este loco corazón…
Las palabras volvían a mi mente
como vuelve el rocío a refrescar los cuerpos al alba
y al despertar bailé y lloré, lloré y soñé
celebrando como la vida de nuevo lucía tu mirada en la madrugada…
Yo, hoy me acordé de ti.
Desde la bahía contemplé los barcos partir
Los árboles entre sus ramas mecían esa nuestra vieja canción
que sin querer traspasaba con toda libertad las puertas del corazón…
Y te vi llegar con tu sonrisa de medio lado
mientras las cigüeñas volaban en el extenso azul del cielo…
Y una vez más te sentí muy dentro de mí…
Y cuando el sol besó el horizonte…
Y el recuerdo susurraba bajito
“un hasta luego”…
Lentas y suavemente
se fueron perdiendo nuestras huellas en la mar…
Lentas y suavemente las ví marchar…
Llorando por los sombríos valles de esta mi soledad.