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El perro está muerto, pero la rabia no ha terminado.
¿Qué hay, quién de nosotros es el caníbal, si no los dos?
¿Nuestros errores nos hace atormentar a la gente, dañando
cada animal, pulso a pulso, cada uno atado al otro
y cada día uno muere un poco; el siguiente,
te levantas de nuevo, como si no conocieras nadie.