A veces, por las noches veo tu rostro y contemplo los ojos más increíbles del mundo.
Los ojos de mi princesa…
He comprendido que formas parte de mí.
Sé que tal vez nunca estarás tangiblemente a mi lado, pero también se que nunca te irás.
Eres el aire, el cielo, el agua eres la sed de cariño que el creador sembró en mi corazón.
Eres la definición de amor, aunque jamás haya podido definirse ni pueda hacerse nunca: definir es limitar y el amor no tiene límites.
El poder de tu esencia me ha transformado en una persona distinta.
Cuando vea una golondrina cobijándose de la lluvia entre el ramal de la bugamvilia te veré a ti.
Cuando presencie una puesta de sol te recordaré…
Cuando mire las gotas de rocío deslizándose en mi ventana te estaré mirando.
No podrás irte nunca. No te dejaré.
Eres mi novia eternamente.
Todo lo que brote de mi pluma habrá tenido tu origen.
Y daré gracias a Dios.