La felicidad no fue para mí hecha,
arrastro la nostalgia
cabizbaja y afligida,
abriendo en mi alma
ensangrentada,una brecha
por donde transita la melancolía.
Las penas raices hechan
que se adhieren a la tierra,
esa que un día sus frutos diera,
hoy es una tierra estéril
con ausencia pueril
en sus entrañas.
Hoy sólo veo desfilar los años,
llevando los sueños derrotados,
con eslabones van encadenados,
caminando como los condenados.
Los sueños que un día tuvimos,
se quedaron en el valle del olvido,
de miedo de hastío engarrotados.
Tú el que fueras mi amado,
te quedaste en el camino agazapado,
cubriendo tú silencio con la sombra
de mis sentimientos
y de mi voz que te nombra.
Tú nombre lo repito a toda hora,
pero el eco rebota en mi boca
queriendo acallar las voces
que salen a cascadas de mis labios.
Es que mi corazón está dolido,
el ya se dió cuenta de tú olvido,
no quiere perdonar más tus agravios.
Felina