... Esos dolores que aún me hacen doblarme y retorcerme, se sienten desde muy adentro.
A veces no sé qué hacer con esos dolores ficticios que duelen en el cuerpo, más que sufrirlos, sufrir el sufrimiento, siempre que puedo y se me concede un poco de mi tiempo.
Me pregunto cuándo sanarán, y quién seré yo entonces, porque el dolor te cambia tanto, tanto... que apenas y te reconoces.