Recuerda la tarde el tacto de su piel
entre anaranjados y rojos…
Aromas de hierbabuena y azahar…
Largas ausencias…
Hojas secas de otoño…olvido de primaveras…
El aire…
Ese aire de ayer condensado en la memoria…
Furtivos deseos desdoblan el corazón…
Su aliento en mis labios reposa frío
bajo un lago inmenso…
De vez en cuando
la brisa me sorprende con un beso
y desarma lento mis huesos,
en un ir y venir el pensamiento…
De un soplido destapa los esqueletos
de un amor sin regreso…
Y recuerda la tarde sumisa entre grises y dorados
la sonora cadencia de unas palabras susurradas al oido,
la infinidad de armonías entre los cuerpos
y ese instante de perfecta sintonía…
Suenan los cantares de pájaros lejanos…
Olas incesantes rompen contra el pecho
perforan la dura y angosta piel del sentimiento…
Cruje y tirita el silencio
despavorido
abrazando lamentos…
Fluyen ríos de melancolías
sangra el corazón su lágrima…
Sangra el corazón su olvido.
Y cae la tarde de nuevo rendida…
y en su regazo siento llover…
Y llueve…
Llueve…
La tarde se hace noche
y en esa oscuridad…
Llueve…
Llueve.
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Mo Anam Cara