Sin salida pidiendo auxilio
a cualquiera que pase
me verás...
Esta es mi herida
supurando en poemas,
sangrando palabras.
Nunca escribas
si tus demonios no te obligan,
si no has llegado al punto
en que todo te da asco
y lo escupes...
Deja eso, abandónate,
hazte viejo,
ni lo pienses,
ahora mátate:
no habrá después.