Hoy la vida me regala
disfrutar un año más,
con los pruebas y los retos
y con cierta soledad.
Eduardo, lleno de virtud,
mi hijito ya fallecido,
en su plena juventud.
¡A él, jamás yo lo olvido!
También Ernesto, mi hijo
y mi tierna nietecita
me llenan de regocijo,
y los siento más cerquita.
Pues viven en Portugal.
Mas yo tengo que seguir
viviendo en mi soledad
y calmando mi sufrir,
Llenando algunos espacios
para dejar de pensar
en las cosas que suceden,
que se deben de aceptar.
La familia, que me admira,
mis amistades, sinceras,
un amor, que a mi me inspira
a escribir siempre poemas.
Poemas que me han llevado,
a encontrar, por Internet,
poetas que han opinado,
con respeto e interés
para que siga escribiendo,
cuando tenga inspiración,
poemas que van saliendo
de mi alma y corazón.
Por eso este aniversario,
que cumplo sesenta y seis,
lo celebro agradecida
y satisfecha a la vez.
Vero