Escalo los peldaños empinados
de tu columna vertebral,
en medio de nieblas de aprensión
que estorban mi asenso
Persevero para alcanzar la cima
para pararme en tu hombro,
no para colocar un estandarte inútil
de conquista y posesión
sino para susurrar en tu oído
estas dos palabras
indelibremente tatuadas
en mi corazón
David Arthur ©®
La foto por cortesía de Jérome Coppo